miércoles, 25 de abril de 2007

Bajo el árbol

BAJO EL ÁRBOL de manzano

renaciste

y el tiempo empezó a congelarse

de un tejido amarillento

bajo el techo de la nueva casa.

La sombra entonces inició su acción

de carcomernos

las córneas de los ojos en cuanto

tú y yo soñábamos por las mañanas

y el suelo se empolvaba de un intenso

cielo azul envejecido.

No sé si fue el tedio que empezó a señalarte

de surcos los costados de tu boca

ahí

donde yo una vez dejé que rodaran mis palabras

mientras tú te estremecías

Las horas también acaban por extinguirse

lentamente.

Si no mira el tiempo en tu reloj pulsera

y verás lo frágil que resulta ser la vida.

Las pieles más brillantes se tornan macilentas

igual que esta tardes de invierno sin sentido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece más que bueno este "Bajo el árbol". Más que genial, incluso.